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CARTA DE AGRADECIMIENTO.

CARTA DE AGRADECIEMIENTO 

         Hola Ana:

                            Con esta carta quiero agradecerte el apoyo que siempre tengo de ti. Cualquier frase, artículo o manifestación has estado al quite para apoyarme e incluso expandir mis ideas a través de tus medios intergalácticos, internáuticos o interloquesean. Gracias.

         Tú y yo sabemos que estamos peleando por una primicia llamada curación, algo inalcanzable para demasiada gente, no solo por no querer, si no, además por no creer.

         A veces me encuentro totalmente atenazado de ideas y busco inspiración. Te miro e intento leer lo que piensas en ese momento, bueno, no es del todo así, la mitad me lo imagino según mis conveniencias.

         Al paso que vamos deberemos solicitar al obispo, cardenal o alcalde de la localidad una nueva comparsa llamada “la de los curaos” que recuerde a los leprosos de de Ben-Hur que se curaban por la intervención de un majestuoso hombre, rubio, de ojos verdes y metro ochenta.

         Es curioso cómo la gente puede acercar el ascua a su sardina. No hay retrato, no hay dibujo, ni foto ni vídeo, por supuesto, que identifique al tal señor, pero tal cual se le describe.

         Yo contigo hago lo mismo, nunca te vi, nunca hablé contigo y sin embargo tengo la misma confianza en ti que en gente que sí conozco. Por supuesto no te voy a subir a los altares como María de Magadala o quizás, como la hermana de María, Ana la madre del Bautista.

         Pero sí quiero que la gente entienda que el agradecimiento es algo que se expresa públicamente, máxime cuando su expresión es también pública.

         Veo que cada vez se añaden más amigos a la mejoría de nuestras enfermedades, que el proceso parece ser el mismo en todos los casos y que la fuerza de voluntad es nuestro secreto ¿Puedo repetirlo? Fuerza de voluntad. Ganas de querer curarse.

         En estos momentos estamos dando una lección a la ciencia y a la medicina a nivel mundial, estamos consiguiendo que nuestras enfermedades incurables se curen.

         Espero que todas estas experiencias las recojamos en el segundo libro del que hablamos, expongamos los distintos tratamientos, sane mucha gente y además, a costa de los de la ira, ganemos un porrón de euros, que tampoco nos vendrían nada mal.

         Ana, un cariñoso, amable y respetuoso abrazo de tu amigo Eduardo.